sábado, 6 de febrero de 2010

Los límites de la amistad


La estabilidad de la amistad constituye ante todo un problema, respecto al límite de la misma amistad: ¿hasta dónde puede extenderse la amistad? Cicerón expresa tres opiniones, que después critica: 1) experimentamos hacia el amigo los mismos sentimientos que experimentamos hacia nosotros mismos; 2) nuestro afecto por los amigos debe corresponder en modo igual y constante a su afecto por nosotros; 3) cada uno sea estimado por los amigos tanto cuanto se estima a sí mismo. La primera opinión no se puede sostener, según Cicerón, porque nosotros hacemos la mayoría de las veces por nuestros amigos tantas cosas que no hacemos por nosotros mismos. Es cierto, pues, que amamos a los amigos más que a nosotros mismos. La segunda opinión parece tonta y mezquina, porque una verdadera amistad no hace cálculos; para no dar más de cuanto había recibido. La tercera parece que se puede criticar aún más, porque tener en la relación con los amigos la misma actitud que ellos tienen por nosotros no es signo de amistad. Pues en algunos el ánimo está demasiado acobardado y sin esperanza de poder mejorar la propia suerte.
Por eso no se deja así como así un amigo, antes se debe hacer toda tentativa, y brindarse para sobrellevar el ánimo abatido del amigo y llevarlo a una esperanza mejor.
Los tiranos, los vanidosos y los grandes ricos no pueden tener verdaderos amigos, porque su psicología los orienta, comúnmente, hacia otros objetivos en la vida. Los tiranos son queridos y alabados fingidamente y solamente por un período de tiempo. Apenas caen, se muestra cuánto habían sido amados por los amigos. Los ricos, en general, son despreciativos y soberbios: con el dinero ellos consiguen caballos, bellos vestidos, vasos preciosos, siervos, pero no consiguen amigos, que es el ornamento más precioso y más bello de la vida. A los amigos pedimos cosas honestas y por ellos hacemos cosas honestas .Sin embargo algunos amigos buscan entre ellos cosas vergonzosas o injustas, que llevan a la disolución de la amistad; es necesario que esto no lleve al odio.
Si los ciudadanos practicasen entre sí la amistad, no tendrían necesidad de la justicia.
Aristóteles

No hay comentarios:

Publicar un comentario